-1° y 2° año-
Hoy recordamos el inicio de un largo proceso revolucionario cuya recompensa fue romper las cadenas que unían a los americanos con España. La crisis de la monarquía española despertó el anhelo de un nuevo horizonte. En 1808 los franceses invadieron la Península Ibérica, el rey fue capturado. Napoleón Bonaparte, el invasor, le quitó la corona al rey y se la dio a su hermano, José Bonaparte. En España comenzó una resistencia a este gobierno implantado.
Cuando llegaron las primeras noticias a América, muchos reclamaron el regreso del rey Fernando VII. Sin embargo en 1810, al prolongarse la ocupación francesa, en muchas ciudades americanas se pensó que la soberanía que tenía el rey se la entregaban los pueblos. Sin rey, la soberanía debía volver a los pueblos. Por este motivo, algunas ciudades americanas, tales como Caracas, Buenos Aires, Santiago de Chile, Cartagena y Bogotá, se formaron juntas de gobierno.
La sociedad colonial estaba fuertemente dividida. Por un lado se encontraba la gente decente, que tenía respetabilidad y riqueza, conformada por españoles y criollos. Por otro lado estaba la plebe o el bajo pueblo, que a su vez se dividía por la etnia, el color de piel y la ocupación laboral. Entre ellos se hallaban jornaleros, peones, lavanderas, planchadoras, quienes trabajaban en el matadero, aquellos que bajaban a buscar agua y los vendedores ambulantes.
En las invasiones inglesas los hombres de la plebe tuvieron una participación importante, al incorporarse a las milicias voluntarias. Esta experiencia facilitó que estos sectores se politizaran rápidamente. Asimismo, se construyeron lazos con los hombres de la elite.
En sintonía, si bien los grandes hombres de la revolución, Belgrano, Moreno, Castelli, Monteagudo, San Martín, nuestros próceres, adquirieron protagonismo por su aporte ideológico o su desempeño militar, sin la colaboración de la plebe la victoria no hubiera sido posible.
Repensemos este 25 de mayo, no solo desde las estatuas sino también analizando sectores y discursos y cómo éstos en contexto se proyectan hasta la actualidad
Allí vamos!
Actividades para 1° y 2° año
De acuerdo a los recursos (texto+cuadro) que se encuentran abajo debatir en pequeños grupos o con todo el curso los siguientes disparadores.
A) Ver los cuadros y después responder las preguntas
Cuadro 1
1-¿Quiénes están en el cuadro? ¿Cómo están vestidos?¿Te parece que la mayoría representa a los sectores que se describen en el texto de Di Meglio? ¿Por qué te parece que en este cuadro se refleja una mayoría de cierto sector social?
Cuadro 2
2-¿Quiénes te parecen que están en el cuadro? ¿ Cómo están vestidos?¿A qué sectores te parece que representa? ¿Hay mujeres? ¿Por qué te parece que no?
B) Ahora que analizamos qué sectores protagonizaron estas jornadas revolucionarias ¿Qué te parece si realizamos un nuevo cuadro donde estén representados todos los sectores?
Uds. eligen el cuadro rehacer y pueden pensarlo con características del 1800 o bien con características actuales.
¿Quiénes formaban parte de los “sectores populares o de la “plebe”?
La plebe o los sectores populares englobaba a todos y todas que compartían ciertas características, tales como:
Pobreza material
Imposibilidad de acceso a las áreas de decisión política
Sin acceso a la educación, la mayor parte eran analfabetas/os.
Movilidad espacial frecuente
Grupo heterogéneo
Multiocupacional (pequeños comerciantes, dependientes, artesanos, jornaleros, servicio doméstico -ama de leche, cocinera, etc-, mendigos, personas sin ocupación fija)
Multiétnico (blancas/os, pardas/os, mestizas/os, afrodescendientes, trigueñas/os)
Internamente jerarquizado (por ejemplo oficiales y aprendices dentro de un taller artesanal, o dependiente dentro de un comercio)
DI MEGLIO, Gabriel. Viva el Bajo Pueblo! Ed. Prometeo. Bs. As. 2007
Cuadro 1. CARNACINI,Ceferino. El pueblo quiere saber de que se trata. (1938)
Cuadro 2. SUBERCASEAUX, Pedro. El Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810. (1910)
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